Oraciones por las benditas almas del Purgatorio

La Iglesia siempre nos ha enseñado a orar por las almas del Purgatorio. Estas benditas almas, que han partido de esta vida en estado de gracia, pero con deudas pendientes a la justicia divina, esperan con ansia el momento de entrar en la presencia de Dios. Aunque ya no pueden interceder por sí mismas, nuestras oraciones, sacrificios y sufragios les brindan un alivio inmenso y acortan su espera. Al mismo tiempo, nos fortalecen en la fe, en la caridad y en la esperanza en la vida eterna.

Por ello, en comunión con toda la Iglesia, le invitamos a rezar por ellas, especialmente durante el mes de noviembre o en cualquier momento en que el corazón lo inspire. Compartimos a continuación una selección de oraciones recomendadas para pedir por las benditas almas del Purgatorio.

Oración a la Santa Virgen por las almas del purgatorio

“Dios misericordioso, que nos perdonas y quieres la salvación de todos los hombres, imploramos tu clemencia, para que, por la intercesión de María Santísima y de todos los santos, concedas a las almas de nuestros padres, hermanos, parientes, amigos y bienhechores, que han salido de este mundo, la gracia de llegar a la reunión de la eterna felicidad…

Santísima Virgen María, reina del purgatorio: vengo a depositar en tu corazón inmaculado, una oración en favor de las almas benditas, que sufren en el lugar de expiación. Dígnate a escucharla, clementísima Señora, si es ésta tu voluntad y la de tu misericordioso Hijo. Amén.

María, reina del purgatorio, te ruego por aquellas almas por las cuales tengo o pueda tener alguna obligación, sea de caridad o de justicia.

Dios te salve María…Dales, Señor, el descanso eterno. Y luzca para ellas la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.

María, reina del purgatorio: te ruego por las almas más abandonadas y olvidadas, y, a las cuales nadie recuerda; tú, Madre, que te acuerdas de ellas, aplícales los méritos de la pasión de Jesús, tus méritos, y los de los santos, para que alcancen así el eterno descanso.

Dios te salve María…Dales, Señor, el descanso eterno. Y luzca para ellas la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.

María, reina del purgatorio: te ruego, por aquellas almas que han de salir más pronto de aquel lugar de sufrimientos, para que cuanto antes, vayan a cantar en tu compañía las eternas misericordias del Señor.

Dios te salve María…Dales, Señor, el descanso eterno. Y luzca para ellas la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.

María, reina del purgatorio: te ruego de una manera especial por aquellas almas que han de estar más tiempo padeciendo y satisfaciendo a la divina Justicia. Ten compasión de ellas, ya que no pueden merecer sino sólo padecer; abrevia sus penas y derrama sobre estas almas el bálsamo de tu consuelo.

Dios te salve María…Dales, Señor, el descanso eterno. Y luzca para ellas la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.

María, reina del purgatorio: te ruego de modo especial por aquellas almas que más padecen. Es verdad que todas sufren con resignación, pero sus penas son atroces y no podemos imaginarlas siquiera. Intercede Madre nuestra por ellas, y Dios escuchará tu oración.

Dios te salve María…Dales, Señor, el descanso eterno. Y luzca para ellas la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.

Virgen Santísima, te pido que, así como me acuerdo de las benditas ánimas del purgatorio, se acuerden de mí los demás, si he de ir allá a satisfacer por mis pecados. En tí, Madre mía, pongo toda mi confianza de hijo, y sé que no he de quedar defraudado. Amén.”

Oración de santa Gertrudis por las almas del purgatorio

“Padre eterno, yo te ofrezco la preciosísima sangre de tu Divino Hijo Jesús, en unión con las misas celebradas hoy día a través del mundo, por todas las benditas ánimas del purgatorio, por todos los pecadores del mundo. Por los pecadores en la iglesia universal, por aquellos en propia casa y dentro de mi familia. Amén.”

Otras oraciones para salvar almas

Cristo, en sus apariciones a Santa Faustina, le pide que escriba la novena a la Divina Misericordia. Esta oración al Cristo misericordioso, que se reza durante nueve días, nos invita a rezar por todas las almas. De hecho, en el octavo día, se reza especialmente por las almas del purgatorio.

Cada oración ofrecida por las almas del Purgatorio es un acto de amor que repercute en la eternidad. Al encomendarlas con devoción, no solo les brindamos consuelo, sino que fortalecemos también nuestra propia vida espiritual y alimentamos la esperanza en la vida eterna. Que nunca olvidemos esta hermosa misión de caridad cristiana. Y que un día, al partir de este mundo, también nosotros contemos con las oraciones de los fieles. Que Nuestra Señora, Madre de Misericordia, interceda por todas las almas que anhelan contemplar el rostro de Dios.